Recuperar la salud socioemocional un imperativo para la escuela

Pensar la educación

Con el retorno a la presencialidad la escuela ha logrado salir avante y superar las inmensas dificultades y la dura prueba que significó la pandemia para la educación de nuestra ciudad. 

Gracias al esfuerzo de los educadores, a su creatividad y tesón con la cual hicieron frente a la emergencia educativa, unido al descomunal esfuerzo realizado por la Secretaría de Educación en diversos campos, los colegios se mantuvieron en pie.

La pandemia ha causado graves daños a la sociedad y en particular a la educación. Daños y consecuencia que aún están por analizarse y establecerse en toda su magnitud y alcance. No solo se ha retrocedido en los procesos de enseñanza y aprendizaje, se ha reducido el tiempo real de los procesos educativos, las familias han visto alterada su cotidianidad y tranquilidad, los colegios se han visto obligados a realizar notables cambios en su organización y propósitos para atende las urgencias derivadas de la pandemia. Los niños y jóvenes han tenido que soportar las duras realidades del encierro y el confinamiento obligado.

En el esfuerzo colectivo por regresar a la presencialidad y recuperar paulatinamente la normalidad propia de la escuela, la salud socioemocional de los estudiantes, docentes y directivos cobra una singular importancia.

Es un asunto urgente por atender, sin lo cual no es posible regresar a la labor natural de la escuela, recuperar el tiempo perdido y superar los daños causados. En mayor o menor medida todos hemos sido afectados emocionalmente por la pandemia, nuestra anima individual y colectiva ha quedado tocada.

Las cifras publicadas sobre las dimensiones del impacto de la pandemia en la salud socioemocional así lo confirman: “Uno de cada tres hogares que reportaron síntomas asociados al deterioro de salud mental en los adultos entre mayo y noviembre de 2020 también registraba mayor tristeza en los niños, niñas y adolescentes (NNA) entre marzo y noviembre de 2020; uno de cada cuatro reportó el surgimiento de nuevos miedos en los NNA, y el 42 por ciento, mayor preocupación o ansiedad”. 

“Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la pandemia podría tener un impacto en la salud mental de millones de personas a mediano, corto y largo plazo, pues modificó el diario vivir de todos, y quienes viven con ansiedad o depresión, o lidian con tristezas permanentes, sufrimientos, estrés y desesperanzas, se han visto obligados en muchos casos a enfrentar sus padecimientos con un aislamiento social mucho mayor que antes”. (El Tiempo, noviembre 25 de 2021).

“Se indagó sobre afectaciones en las funciones cognitivas, encontrándose que el 46% de las y los estudiantes de secundaria y media y el 21% de estudiantes de preescolar y primaria (según las respuestas de sus padres o acudientes), presentaban en ese momento dificultades de atención; el 34% de estudiantes de secundaria y media y el 14% de estudiantes de preescolar y primaria presentaban problemas de memoria y el 33% de estudiantes de secundaria y media y el 10% de estudiantes de preescolar y primaria presentaban problemas de memoria.” (Ver en esta edición de Escuela y Pedagogía, el artículo del investigador Ernesto Duran, titulado Salud mental de los escolares en tiempos difíciles).

Los problemas de la salud mental no son nuevos, han estado siempre en la escuela, solo que eran considerados como un asunto excepcional y erróneamente como una cuestión secundaria. Con la pandemia se han convertido en un problema de primer orden que afecta la integridad de los sujetos de la educación y entorpece el cumplimiento de las labores educativas y pedagógicas propias de la escuela. Sin reestablecer la salud socioemocional de la niños, jóvenes y docentes no será posible transformar la escuela heredada de la pandemia. Recuperar la salud mental y afectiva de la escuela es un imperativo para todos.

Como un aporte a los esfuerzos que realizan mancomunadamente la Secretaría de Educación, los colegios distritales, los maestros y los directivos docentes para afrontar este urgente y actual problema, hemos dedicado esta edición de Escuela y Pedagogía a pensar la salud socioemocional en la educación de Bogotá, contando con el concurso de especialistas en el tema, las ricas experiencias de instituciones educativas y las reflexiones de docentes y coordinadores.  La invitación es a pensar juntos la inaplazable y urgente tarea de recuperar plenamente la salud socioemocional de todos los que habitamos el territorio de la escuela y la educación, y especialmente de nuestro niños, niñas y jóvenes.