La transformación pedagógica es con las mujeres

Pensar la educación

La escuela como lugar esencial en la construcción y transformaciones de la cultura y los patrones de comportamiento, cumple un papel de primer orden en la eliminación y superación de todas las formas de discriminación, exclusión y violencia contra la mujer.

La celebración del Día de la Mujer, 8 de marzo, tiene ente otras muchas virtudes, el recordarnos como sociedad las inaceptables brechas que aún subsisten entre hombres y mujeres en diversos campos de la vida social y cultural.  La educación es un vivo ejemplo de lo mucho que falta aún por recorrer y alcanzar en favor de la igualdad de las mujeres.

La tesonera acción de las mujeres y de los movimientos feministas en la década de los años 70 y 80 les permitieron alcanzar derechos esenciales como el ejercicio de la ciudadanía, el acceso a la educación, el libre acceso al mercado laboral, la superación de la condición de ama de casa y el trabajo doméstico como único destino, el derecho a ejercer cargos públicos, el respeto y reconocimientos de sus derechos sexuales y reproductivos, en fin, una dura batalla e importantes logros contra la discriminación de género y en no pocos casos contra a la exclusión.

Dos cifras de la educación en Bogotá corroboran el importante papel de la mujer en nuestro sistema educativo: el 50% de la matricula total en el 2021 corresponde a niñas y jóvenes, el 69 % de los docentes del distrito son mujeres. La educación preescolar publica es atendida en más del 90% por mujeres y en la educación primaria representan 75%, lo cual significa que las bases solidadas de la educación de los niños y niñas de la ciudad está en manos de las maestras.

La presencia y protagonismo de la mujer en la educación es quizá uno de los hechos sociales y culturales mas destacados de los últimos 50 años en Colombia. La educación sin duda se ha convertido en un campo de combate de las mujeres por la conquista de sus derechos fundamentales y por superar la discriminación atávica que los patrones culturales predominantemente masculinos le han impuesto.

Como lo señala la profesora e investigadora Imelda Arana en su artículo “En Colombia para el año 2019 se contaba con 16.796 investigadores, siendo 6.411 mujeres, el 38% (MinCiencias, 2020). En el ámbito educativo las mujeres representan el 45% y el 55% del conjunto de estudiantes en las carreras de pregrado y maestrías respectivamente y un 44% en los programas de doctorado. Sin embargo, la matrícula de estudiantes mujeres en el campo de la tecnología de la información es del 3%; en las áreas de ciencias naturales, matemáticas y estadísticas del 5 % y en ingeniería, manufactura y construcción, el 8%.

La escuela como lugar esencial en la construcción y transformaciones de la cultura y los patrones de comportamiento, cumple un papel de primer orden en la eliminación y superación de todas las formas de discriminación, exclusión y violencia contra la mujer. Un asunto que cada día cobra mayor vigencia y actualidad.

El malestar social que provoca la violencia contra las mujeres, el feminicidio, las lesiones personales, el acceso carnal violento, la violencia intrafamiliar, el acoso sexual contra menores, forman parte del universo vergonzoso de nuestra sociedad. La escuela tiene mucho por hacer en este campo para proteger la vida y la integridad de las niñas y las jóvenes.   

Como lo registra un reciente estudio de la ONU-Mujeres y el Dane, titulado Hombres y Mujeres: Brechas de Genero en Colombia, “la evidencia ha demostrado que las sociedades progresan cuando las niñas y las mujeres participan en pie de igualdad con los hombres en la economía, en la política, en la cultura y en todas las áreas de la sociedad y el desarrollo. Colombia ha logrado avances importantes hacia la igualdad de género, principalmente en las leyes y los marcos de políticas públicas y el ejercicio efectivo de los derechos de las mujeres y las niñas en las décadas recientes. No obstante, los cambios, visibles en distintos ámbitos, han sido lentos, desiguales e insuficientes y persisten importantes brechas de desigualdad”.

https://oig.cepal.org/sites/default/files/mujeres_y_hombres_brechas_de_genero.pdf

Como una contribución al análisis de las relaciones entre Mujer, Educación y Ciencia hemos dedicado este número de Escuela y Pedagogía a tan importante asunto, contando con la colaboración de mujeres especialistas en el tema, quienes ofrecen una rico panorama e importantes reflexiones, que esperamos sean de utilidad para  el magisterio de la ciudad y sus empeños por avanzar en la transformación pedagógica de la escuela y la enseñanza, convencidos que dicha transformación solo es posible con las mujeres.