La Misión de los educadores y el porvenir de la educación en Bogotá

Pensar la educación
Lo democrático en educación es que la sociedad pueda decidir de manera directa y participativa la educación que quiere y que a todos conviene. 

Es la mejor manera de hacer realidad el derecho a la educación y alcanzar la equidad y la igualdad en las oportunidades. Tan elemental como profundo principio democrático es el que ha inspirado a la administración de la ciudad y a la Secretaría de Educación para convocar y realizar con éxito la Misión de Educadores y Sabidurías Ciudadanas, la más amplia consulta en materia educativa en las últimas décadas.

De manera consciente y deliberada se decidió romper el paradigma de las misiones de expertos, de Sabios, de especialistas y dar la voz a los educadores, en el convencimiento de que la transformación pedagógica de la educación y la enseñanza en la ciudad solo es posible con el concurso y la participación de los maestros.

Esta Misión, como su nombre lo indica de manera clara y directa, estuvo liderada por un grupo destacado de educadores de los colegios públicos distritales y del sector privado. Ellos han sido y son los grandes protagonistas de la acción educativa, su rica experiencia, su saber y practica pedagógica enriquecieron y le dieron un norte y un sentido pedagógico a las deliberaciones y a las conclusiones. De igual manera los investigadores universitarios de la educación y los especialistas realizaron valiosos aportes a la búsqueda y al diálogo pedagógico que implicaba la Misión.

A las deliberaciones y el trabajo de reflexión en seis comisiones temáticas, se sumó una amplia consulta ciudadana, llamada “Un Millón de Ideas por la Educación de Bogotá”, que permitió conocer la opinión y las demandas de los padres de familia y la comunidad educativa De muy diversas maneras y con los medios a su alcance, los niños y los jóvenes también fueron participes de esta gran construcción colectiva del futuro educativo de la ciudad.

Uno de los grandes resultados que arroja la Consulta ciudadana es la constatación de que los bogotanos han cualificado sus demandas educativas de hoy frente a las de ayer.  La ciudad ha adquirido la mayoría de edad en sus aspiraciones y exigencias educativas. No quieren más de lo mismo, quieren otra y una mejor educación. Como lo demuestra la Encuesta, la mayor demanda de los bogotanos es poder acceder a la educación superior. Una demanda que obliga al gobierno de la ciudad a responder este clamor social. La ampliación de la educación superior pública constituye el gran reto de la política educativa de la ciudad en el futuro inmediato.

De igual manera la educación inicial de nuestros niños y niñas constituye una de las grandes exigencias de los padres y madres de familia, expresado de manera contundente en los resultados de la Consulta ciudadana y en el trabajo de reflexión y deliberación de la Misión. El reconocimiento social de la importancia de educación inicial constituye un gran salto adelante en materia educativa.

Sin duda un mandato ciudadano para la ciudad que produjo la Misión es la urgente necesidad reorganizar pedagógica y administrativamente los colegios distritales. Sin transformar los colegios no es posible el anhelado cambio educativo y la mejora en la calidad de la educación que hoy reciben los niños y jóvenes bogotanos.

Entre las recomendaciones de la Misión para lograr la reorganización administrativa y pedagógica de los colegios distritales se destacan:

Aprovechar el plan de construcción y adecuación de las instituciones educativas para reorganizar la escuela en sedes especializadas según niveles de educación; buscar que los colegios y sus sedes tengan un número adecuado de estudiantes, y exigir espacios para infraestructura educativa a los nuevos proyectos inmobiliarios de la ciudad.

Para reorganizar la gestión pedagógica es urgente promover y estimular el liderazgo pedagógico de los rectores y los equipos directivos, para lo cual es clave crear una nueva figura que se dedique a lo administrativo y financiero y de esta manera el rector pueda dedicar sus esfuerzos al liderazgo pedagógico. Es importante ejercer y enriquecer la autonomía pedagógica. La ley da esta gran libertad a la escuela y sus maestros para desarrollar su PEI según los contextos, y además permite crear currículos propios (Hernando Bayona)

Ese proceso permitirá que sean los equipos de maestros, orientados por directivos con formación pedagógica sólida, quienes definan los asuntos centrales de su institución: currículo general (que implica todas las actividades formativas), plan de estudios, interacción con espacios formativos extraescolares, articulación con actividades de apoyo de la comunidad, jornada escolar, modelo pedagógico, sistema de evaluación —incluyendo sus metas e indicadores— y proyectos de innovación. Para estos colegios los niveles local y central deben operar como apoyos a partir de las demandas de las instituciones. Si los cambios no se hacen en los colegios es muy poco probable que surjan transformaciones significativas. (Francisco Cajiao)

Para analizar el alcance e importancia de la Misión de Educadores, Escuela  y Pedagogía  ha invitado en este número a educadores y expertos que participaron activamente en las deliberaciones, quienes examinan distintos asuntos que esperamos sean de interés y utilidad para los maestros bogotanos.