Sigrid Falla
Directora de Arquitectura de Experiencias de Maloka
Ulia Yemail
Directora de Ciencias, Tecnologías y Medios Educativos de la SED

Por una ciencia con perspectiva femenina

Miradas a la educación

La participación activa y equitativa de las mujeres en diversos ámbitos laborales y académicos es una condición necesaria para generar bienestar en la sociedad, especialmente en un momento histórico en que la economía se mueve cada vez más en torno a actividades relacionadas con el uso intensivo del conocimiento, en áreas como las tecnologías de la información y la comunicación, la biotecnología, las ciencias de la salud, las ingenierías, entre muchas otras. Campos de conocimiento y desempeño laboral en los que las mujeres son minoría y donde, además de su baja participación numérica, las voces femeninas son poco escuchadas. Según el Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología, el porcentaje de investigadores por género en 2016 en Colombia era de 62,63% hombres a 37,37% mujeres, que es inferior comparado con países como Argentina: 47,97% hombres - 53,03% mujeres y Uruguay: 50,06% hombres - 49,94% mujeres.

Esta situación, que es visible también en otros ámbitos de desempeño profesional distintos al de la investigación, se explica por condiciones culturales fuertemente arraigadas, tanto en las familias como en los contextos escolares, en los que se asume que existen roles femeninos y masculinos asociados a oficios y profesiones, así como situaciones de formación que derivan en la disminución del interés y autoconfianza de las niñas frente a sus posibilidades de acción en las ciencias y las tecnologías. Estudios al respecto, relacionan dichas condiciones culturales con el hecho que desde los primeros años las niñas atribuyan en menor medida la inteligencia a personas de su género, afectando sus elecciones y modos de actuar en el mundo, por ejemplo, alejándose de juegos que creen que van orientados a individuos muy inteligentes (Bian et al., 2017). La menor autoestima se manifiesta en una menor valoración de sus habilidades en la vida escolar, especialmente en áreas como las matemáticas, tecnología y ciencias experimentales.

El informe PISA “The ABC of Gender Equality in Education” encontró que las jóvenes sufren más ansiedad cuando se enfrentan a actividades de matemáticas, aunque tengan buen rendimiento, además de señalar la influencia de estas situaciones en el rendimiento en matemáticas y ciencias (OECD, 2015). Estas circunstancias terminan afectando sus elecciones de vida y construcción de trayectorias ocupacionales, generando inequidades de acceso a los trabajos mejor remunerados y a oportunidades de desarrollo personal y profesional.

Para generar cambios significativos hacia la inclusión de cada vez más mujeres en ámbitos históricamente ocupados mayoritariamente por los hombres, se requiere transformar los procesos educativos y movilizar acciones que les posibiliten a las niñas, desde tempranas edades, la generación de confianza para su participación activa en las dinámicas de producción y uso del conocimiento, de manera que se logren condiciones más favorables para la elección de trayectorias académicas y laborales acorde con sus intereses y potencialidades en todos los campos de conocimiento.

Desde la Dirección de Ciencias, Tecnologías y Medios Educativos (DCTME) de la Secretaria de Educación se trabaja en formular y coordinar estrategias educativas para todas las IED que promuevan la enseñanza de las ciencias y las tecnologías desde el enfoque de género, mediante el  fomento del uso pedagógico de las tecnologías de la comunicación y la información en las distintas áreas del currículo para impulsar innovaciones pedagógicas que garanticen el acceso al conocimiento de forma equitativa a niños, niñas y adolescentes. La SED también apoya, promueve y organiza la difusión de las actividades científicas y tecnológicas que se desarrollan desde y en los colegios de la ciudad.

Maloka, en su condición  de centro de ciencias, concebido como espacio de encuentro, reflexión y formación de ciudadanías activas en la construcción de una cultura científica, propuso el desarrollo de un programa orientado al fomento del interés y las vocaciones científicas con enfoque de género, el cual brinda a niñas, adolescentes y jóvenes la posibilidad de contar con oportunidades para explorar sus gustos e intereses en torno a diversas formas de producción de conocimientos en entornos seguros y que les generaran confianza en sus capacidades. De esta manera surgió el programa Chicas STEAM[1], propuesta que encontró eco en el Ministerio de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, así como en la Secretaría de Educación de Bogotá.

Durante el segundo semestre de 2020 se realizó en Bogotá el piloto del programa, que fue escalado a nivel nacional durante el 2021 y que ha dejado importantes aprendizajes para seguir fortaleciendo la estrategia “Bogotá Territorio STEM” que nace también en 2021 y que reúne diversas entidades públicas y privadas, bajo el liderazgo de la Secretaría de Educación del Distrito para el fortalecimiento de la educación en ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas.

Chicas STEAM  tuvo que adaptarse a las restricciones impuestas por la pandemia de COVID-19, lo que implicó transformarlo hacia una propuesta virtual que, no obstante la situación, mantuvo elementos estructurantes tales como el desarrollo de espacios de encuentro, reflexión y creación con mediadores especialmente formados para este proceso, el diálogo con mentoras, mujeres con trayectorias importantes en investigación, innovación y emprendimiento, el desarrollo de actividades de exploración, experimentación y creación mediante una caja de herramientas que se hizo llegar a cada niña y la creación de una plataforma virtual, así como la participación de las familias en ciertos momentos del proceso; todo esto articulado en torno a una propuesta educativa que tuvo como base la experiencia institucional de Maloka, más de 20 años en la implementación de clubes de ciencias y tecnologías para niñas, niños y jóvenes de diferentes edades.

La estructura pedagógica dialoga con el enfoque educativo de Ciencia, Tecnología, Sociedad (CTS) y se organiza en tres ejes conceptuales: ciencia como proceso, habilidades y actitudes científicas y problematización de la realidad. Estos ejes dan la pauta para el despliegue de  una gran diversidad de actividades que se organizan en cuatro momentos pedagógicos: exploración del contexto, reflexión, motivación-creación y vinculación con el mundo. La propuesta en su conjunto surge de un proceso de análisis, sistematización y recodificación de experiencias previas en los clubes de ciencias del museo, con la que se movilizan dinámicas de apropiación de las ciencias y las tecnologías como procesos de producción de conocimientos situados que posibilitan transformar la realidad (Franco y Corrales, 2021).

El diseño del programa en su primer eje cuestiona las percepciones más arraigadas sobre la ciencia, normalmente más centradas en sus productos (conceptos, modelos, representaciones, etc.) que en los procesos de búsqueda constante, sistemática e histórica y culturalmente situada de comprensión de los fenómenos naturales, sociales y humanos que constituyen la realidad; con ello se pretenden movilizar interpretaciones de la ciencia como elemento vivo, en acción, en constante producción y  del que todos podemos participar.

El eje de problematización de la realidad actúa como un complemento, al invitar a las participantes a explorar su contexto, reconocer  y valorar sus intereses y preocupaciones sobre el mundo para identificar oportunidades de actuación desde sus saberes y posibilidades.

Finalmente el eje relacionado con el desarrollo de habilidades y actitudes científicas posibilita comprender el lugar del museo como espacio educativo en diálogo y complemento con la escuela, cuyo eje de actuación central es el desarrollo de competencias.

Este proceso de acercamiento a las ciencias y las tecnologías estimula en las participantes la reflexión sobre sus formas de relacionarse con el conocimiento, así como los valores e implicaciones éticas y políticas que se ponen en juego en esta relación. Es importante precisar que la inclusión de las artes como parte del programa resulta vital en el proceso de aprendizaje, por cuanto aporta diversas perspectivas y modos de comprensión y expresión que entran en diálogo con las posibilidades que brindan las ciencias y las tecnologías como formas de conocimiento.

La implementación del programa, que toma doce semanas por cada grupo, es una invitación constante a las participantes a dialogar, explorar, debatir, crear e interactuar con sus pares, mediadores, mentoras y familias, mediante espacios sincrónicos de encuentro, guías de autoformación, diálogos con mentoras, acompañamiento mediante plataformas digitales y realización de talleres y actividades con distintos materiales, desde donde se desafía a las participantes a intervenir su contexto a través de las preguntas propias.

Los resultados de la evaluación de entrada y salida, señalan que el programa logra generar espacios de confianza en los que las participantes encuentran la posibilidad de compartir conocimientos y ser escuchadas, elevando la confianza en sus propias capacidades. Por ejemplo, seis de cada diez niñas participantes que respondieron la encuesta de salida dice que su desempeño en el colegio es mejor que antes, cinco de cada 10 dice que siente que tiene más habilidades que antes para desarrollar tecnologías y que quiere participar en más actividades relacionadas con las ciencias. Finalmente, un 87.6% señala que después de pasar por el programa siente que puede hacer lo que se proponga, un 82.7% plantea que quiere transformar su entorno y un 76.5% afirma tener habilidades para hacerlo. (Daza y Quiroga, 2021).

Si bien este programa aporta de manera importante en la transformación de las niñas, adolescentes y jóvenes participantes, superar la brecha de participación de las mujeres en diversos escenarios requiere de un cambio cultural a gran escala, por lo que son múltiples los esfuerzos que se requiere hacer en el ecosistema educativo con la participación de distintos actores, en torno a este y otros desafíos sociales y ambientales en el Siglo XXI, al igual que aquellos asociados a la inserción de la ciudad en la economía de la cuarta revolución industrial, lo que implica la formación de ciudadanos con habilidades de pensamiento creativo, crítico y colaborativo.

Con la declaratoria de Bogotá territorio STEM, la Secretaría de Educación ha querido convocar a diversos actores a trabajar mancomunadamente en el  intercambio de experiencias, la conformación de redes y la generación de experiencias a gran escala que permitan transformar las prácticas pedagógicas para lograr mayor conexión de la escuela con su contexto, mediante el uso de metodologías activas que posibiliten la comprensión de estos campos de conocimiento como poderosas herramientas para transformar nuestra realidad en búsqueda del bienestar colectivo, cargando con ello de sentido el proceso educativo.

[1] STEAM es una sigla en inglés que reúne diversas áreas del conocimiento: ciencias, tecnologías, ingenierías, artes y matemáticas, que surge como variación de STEM, acrónimo que usó la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NSF) en la década de los 90 para agrupar estas disciplinas, sin incluir las artes. Para el caso de estudio que refiere este artículo se incluyen las artes, ya que estas se reconocen como formas de conocimiento, centrales en el proceso formativo de las niñas, adolescentes y jóvenes participantes. El uso del acrónimo STEM y sus diversas variantes se ha trasladado al contexto educativo y en algunos casos, se asume como enfoque educativo, para el caso Chicas STEAM el acrónimo no se asume de esta forma, ya que la propuesta pedagógica dialoga con el marco conceptual del enfoque CTS.

Referencias

Daza Caicedo Sandra y Quiroga Jesús (2021), Informe de evaluación Chicas STEAM-SED. Anexo Técnico del Informe del Programa

Lin Bian, Sarah-Jane Leslie and Andrei Cimpian 2017,Gender stereotypes about intellectual ability emerge early and influence children's interests, Science 355 (6323), 389-391. [doi: 10.1126/science.aah6524]

Franco Avellaneda Manuel y Corrales Caro Diego (2021), Diseños Globales e Historias Locales: Origen y Desarrollo de una Propuesta Educativa en un Museo Interactivo de Ciencias y Tecnologías en el Sur, en Revista Brasileira de Pesquisa em Educação em Ciências https://doi.org/10.28976/1984-2686rbpec2021u11571185

Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología, 2016. Indicadores de ciencia y tecnología, Colombia 2016 / Jorge Lucio… [et al.]. Bogotá

OECD 2015, The ABC of Gender Equality in Education: Aptitude, Behaviour, Confidence, PISA, OECD Publishing. En http://dx.doi.org/10.1787/9789264229945-