Mauricio Castillo Varela
Economista, con especialización en Políticas Sociales. Consultor. Actualmente es el Subsecretario de Calidad y Pertinencia de la Secretaría de Educación de Bogotá.

La transformación pedagógica anhelada

Miradas a la educación

Colegios versátiles y articuladores de políticas públicas

Afrontar los desafíos educativos del siglo XXI implica incursionar en nuevas formas de comprender y transformar la gestión pedagógica de las instituciones escolares; es pensar en un tipo de colegio que aporte a la trayectoria educativa y a las perspectivas de vida de las personas, desarrollando su potencial, competitividad, movilidad, relacionamiento con el ambiente y ampliando su horizonte con oportunidades sociales.

A partir del trabajo adelantado con la Misión de Educadores y Sabiduría Ciudadana se identificó que Bogotá viene fortaleciendo los procesos educativos para garantizar la formación integral de niñas, niños, adolescentes y jóvenes a lo largo de su trayectoria formativa y transformando el ecosistema educativo. Las políticas públicas han centrando esfuerzos en la gestión pedagógica mediante el aumento de la oferta de formación de calidad, entendida como una formación integral, pertinente, relevante, incluyente y participativa, que fomenta en los estudiantes la excelencia, las capacidades ciudadanas y socioemocionales, el aprendizaje de otras lenguas y la exploración de intereses y capacidades para el desarrollo de sus talentos y la construcción de trayectorias de vida diversas e incidentes.

De igual manera, las recomendaciones de la Misión de Educadores y Sabiduría Ciudadana (SED 2021), señala la importancia de concebir los colegios como espacios de reflexión en los que el trabajo en equipo, las acciones interinstitucionales y la revisión de necesidades sean la carta de navegación para la toma de decisiones, a través del diálogo directo con las comunidades educativas para la construcción de Proyectos Educativos Locales que integren la participación de los diferentes actores de la comunidad. Adicionalmente, subraya la importancia de la flexibilización curricular de manera que se aborden los problemas identificados con las comunidades y se integre una visión de la enseñanza basada en aprender haciendo, así como en transformar al sujeto que aprende, mediante el fortalecimiento de su pensamiento, la comprensión de las realidades y la movilización de acciones hacia la transformación.

Los colegios versátiles y articuladores de las políticas públicas son escenarios clave para la formación integral de niñas, niños, adolescentes y jóvenes; pues en ellos no solamente se implementan propuestas pedagógicas que propenden por el desarrollo de competencias y capacidades, sino que también brindan una serie de servicios y actividades complementarias que promueven el desarrollo pleno de todas las dimensiones del sujeto. 

La visión de colegios versátiles y articuladores de las políticas públicas, propuesta en la Misión de Educadores,  no solo vincula la formación en las áreas obligatorias y fundamentales, sino que integra en sus espacios una oferta diversa de servicios de salud, nutrición, psicología y apoyo social para los estudiantes y sus familias. 
Pensar colegios con estas características implica un ajuste en los Proyectos Educativos Institucionales para lograr una propuesta de formación integral, pues ellos deben desarrollar estrategias didácticas que propendan por el desarrollo y despliegue de competencias y capacidades, al tiempo que deben brindan una serie de actividades intencionadas y orientadas que involucran a la comunidad educativa en general.

La dinámica de las transformaciones no funciona de manera vertical, los cambios deben surgir en los colegios a partir de las concertaciones con las comunidades educativas y lideradas por los grupos de trabajo de maestros, maestras y directivas docentes que promuevan la consolidación de estrategias de participación y liderazgos incidentes en los colegios; con procesos formativos sobre derechos humanos; con promoción de la cultura ciudadana, la confianza, la participación, la convivencia y el desarrollo del potencial de cada persona. 

Lo anterior implica una resignificación de la gestión escolar y profundizar la descentralización de procesos, mediante acciones que permiten avanzar en el fortalecimiento de los ambientes de aprendizaje,  los espacios escolares y el aprovechamiento de herramientas que estén a la vanguardia y aporten a los procesos pedagógicos, al tiempo que se avance en el cierre de brechas digitales.

La transformación esperada plantea repensar e innovar las acciones pedagógicas que orienten la formación integral de niñas, niños, adolescentes y jóvenes a partir de un enfoque de capacidades ciudadanas, socioemocionales, competencias para el siglo XXI y STEM, así como garantizar el desarrollo de competencias básicas que incluyan  matemáticas; ciencias; lengua extranjera; lectura, escritura y oralidad; y la transversalización de los enfoques de derechos: territorial, poblacional, étnico cultural, de género e interseccional. Para lograr este fin se ha avanzado en la organización y generación de más de 365 recursos educativos digitales e impresos, que apoyan la dinamización de las prácticas docentes que , a su vez, tienen la intención de promover la prevención y erradicación de estereotipos sexistas y discriminatorios hacia las mujeres en los contenidos.

La transformación pedagógica plantea nuevos desafíos en la evaluación, de manera que permita una nueva mirada sobre su papel en los procesos formativos , para lo cual se contará con informes que permitirán identificar, año a año, algunos factores asociados a los resultados o desempeños académicos de los estudiantes de básica primaria y secundaria, a través de un estudio de trayectorias educativas en el que se vincularán resultados de pruebas censales (Saber) y otros, producto de instrumentos que se fortalecerán y construirán para valorar el desarrollo de las capacidades socioemocionales. 

La articulación interinstitucional de las diferentes entidades del Distrito y de las organizaciones aliadas, contribuirán a consolidar una apuesta de interseccionalidad en los colegios, que atienda los acuerdos colectivos que se establezcan en los encuentros con las comunidades educativas y que se materialicen en la atención a las necesidades de formación integral del territorio local y de la ciudad.

El enfoque de interseccionalidad que se propone parte de la necesidad de diversificar, de manera progresiva, los ambientes de aprendizaje en toda la ciudad, y para  ello se buscará contar con cerca de 10 escenarios de ciudad con una oferta de servicios que permita ampliar el acceso a espacios de formación que promuevan el desarrollo integral de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y en general la comunidad educativa de la ciudad, Para lo cual es necesario mantener y fortalecer alianzas con diferentes entidades del Distrito, principalmente con el sector Cultura, Recreación y Deporte y con el sector Salud, entidades que cuentan con ofertas formativas y de atención diversa.

La apuesta por la versatilidad de los colegios implica recuperar aprendizajes construidos por las comunidades educativas durante el periodo de aislamiento decretado por la COVID-19. En este sentido, y como lecciones aprendidas de la pandemia, las políticas sociales reivindican el lugar de las modalidades mixtas para los procesos educativos, especialmente para la ampliación del tiempo escolar y para las actividades de exploración e interacción con las tecnologías digitales promueven y estimulan, a través de la implementación de estrategias y actividades que ponen el acento en el trabajo remoto sincrónico o asincrónico. Estas serán implementadas en conjunto con aliados o construcciones propias de los colegios a partir de su planeación curricular. 

Finalmente, los colegios versátiles y articuladores de las políticas públicas en Bogotá son espacios clave para la formación integral de las comunidades educativas. Las instituciones educativas en el futuro inmediato deben ofrecen una amplia variedad de programas y servicios para atender las necesidades educativas, sociales y culturales de las comunidades en las que se encuentran ubicados. Se deben perfilar y asumir como centros de integración y desarrollo de la comunidad. De base, brindan una oferta de educación formal desde el nivel preescolar y hasta media y, de manera complementaria, pueden vincular ofertas de formación orientadas a la comunidad educativa en general, integrar y articular servicios de apoyo a la comunidad, como atención médica, asesoría jurídica, atención psicológica, actividades deportivas y culturales, entre otras, que propendan por una educación de calidad para aportar al desarrollo pleno de la ciudadanía en todas las dimensiones de su vida. Además,  contribuyen a la inclusión social y a la igualdad de oportunidades en la ciudad para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos y ciudadanas.