Diana Priscila Nocua Caro
Profesional del Programa Integral de Educación Socioemocional, Ciudadana y Escuelas como Territorios de Paz.
Julie Paola Tibocha Avellaneda
Líder del Programa Integral de Educación Socioemocional, Ciudadana y Escuelas como Territorios de Paz.

Construcción de paz, una apuesta desde la educación socioemocional y ciudadana

Miradas a la educación

La Secretaría de Educación Distrital reconoce la educación socioemocional y ciudadana como un elemento central de la formación integral y en coherencia implementa desde el año 2020 el Programa Integral de Educación Socioemocional, Ciudadana y Escuelas como Territorios de Paz. Desde este programa se asume que las emociones inciden en nuestras relaciones con otras y otros, y que su valoración obedece al contexto social, económico y político, por lo cual se promueve la reflexión colectiva con las comunidades educativas sobre la formación del ser. Así mismo, se impulsa la educación ciudadana para pensar y construir desde la escuela proyectos de sociedad, de mundo que nos permitan vivir en comunidad, respetar y valorar la diversidad y abordar los conflictos de forma no violenta.

Este artículo da cuenta de la importancia de la educación socioemocional y ciudadana en su contribución a la consolidación de escuelas como territorios de paz. Analiza los enfoques que han estado presentes en la implementación del programa Integral de Educación Socioemocional. Finalmente, presenta las acciones que han sido desarrolladas para la transversalización de los enfoques y el posicionamiento de la educación socioemocional y ciudadana.

La educación socioemocional y ciudadana hacia otra escuela posible

En la educación socioemocional se pueden identificar dos miradas dominantes. Por un lado, una perspectiva que escinde las dimensiones racionales y emocionales y que ha tenido como priorización la formación académica y por tanto, el desplazamiento de lo emocional al ámbito privado e individual. De otro lado, una mirada que coloca el énfasis en la regulación y control de las emociones, partiendo del supuesto de la clasificación entre emociones indeseables y negativas (a controlar, reducir, negar) y otras deseables y positivas relacionadas con la adaptabilidad de las personas a su realidad y su función al sistema productivo vigente (Robayo, 2022) (Nobile, 2019).

En contraste, el Programa Integral orientado por el enfoque de capacidades, destaca las condiciones sociales, culturales, económicas, políticas que se dan en un determinado contexto y entiende que éstas limitan o potencian el desarrollo de la capacidad de ser y hacer, es decir, la agencia de las personas (Secretaría de Educación del Distrito, 2021). De igual manera, señalamos que las realidades del contexto condicionan la emocionalidad, por lo cual las emociones no son un asunto individual o privado y cada una de ellas permite hacer una lectura sobre lo que está sucediendo en las comunidades educativas. Esta mirada permite preguntarnos ¿Cuál es la relación entre las emociones y la naturalización de ciertas violencias en la escuela? ¿Por qué ciertas maneras de sentir, expresar y pensar resultan menos válidas, y qué incidencia tiene esto en la manera de relacionarnos? (Robayo, 2022).

La educación socioemocional está relacionada con proyectos de sociedad, así como con la potencia de las personas de transformar sus contextos. En este sentido, el programa ha señalado la necesidad de abordar la educación ciudadana en correlación con la educación socioemocional. A través de sus distintas estrategias, (Justicia Escolar Restaurativa, INCITAR para la Paz, Fortalecimiento familiar) ha promovido una reflexión constante y crítica sobre la relación de las emociones, el bien estar y el orden social en el que nos encontramos, así como los cambios necesarios para que las escuelas se constituyan en territorios de paz.

Para el Programa Integral, la educación socioemocional y ciudadana, antes que el control y manejo de las emociones, se interesa por la comprensión frente a cómo inciden las reglas, normas y jerarquías del contexto escolar en nuestros sentimientos, deseos o necesidades, así como la pregunta crítica sobre quiénes y cuáles emociones son excluidas y minimizadas, para imaginar y construir conjuntamente escuelas en donde se desnaturalicen las violencias, se promuevan prácticas restaurativas y valore y respete la diversidad, es decir, escuelas como territorios de paz.

Los enfoques y los procesos de construcción de paz en la escuela

El Programa ha integrado en su apuesta de construcción de paz en la escuela, las dimensiones socioafectivas y cognitivas del ser para dar lugar a procesos sentipensantes que reconocen la integralidad de las personas, en cuyo foco se encuentra la comprensión e incorporación de los enfoques de capacidades, derechos integrales, de género y diferenciales. Estos enfoques han sido incorporados mediante el engranaje de las capacidades socioemocionales y ciudadanas, el cual se propone la transformación de las relaciones sociales en la escuela a partir de procesos pedagógicos que potencien aquellas capacidades que, desde sus latencias, nos permiten resignificar la vida cotidiana y aportar a la construcción de paz a través de la búsqueda colectiva de reflexiones, iniciativas y experiencias para alcanzar el buen vivir.

¿Cómo abordamos los enfoques de género, diferenciales y de derechos integrales?

Nos referimos a la palabra enfoques para dar cuenta de los abordajes mediante los cuales reflexionamos sobre las particularidades y relaciones que integran la cotidianidad de las comunidades educativas para promover transformaciones que superen desigualdades, inequidades y discriminaciones, dando lugar al reconocimiento de la diversidad y la diferencia, y la exigencia integral de derechos en los entornos educativos. La apuesta de transversalización de los enfoques se describe en la siguiente gráfica:

enfoques del programa integral

Fuente: Programa Integral, 2022.

Como lo muestra la gráfica, el enfoque nuclear es el de capacidades y desde ahí nuestra comprensión y transversalización de los enfoques de género, diferenciales y de derechos integrales.

El enfoque de género es una herramienta política y una guía de acción que promueve la transformación de las prácticas, costumbres y conductas que desconocen, niegan o excluyen los saberes, las experiencias y modos de vida de las mujeres y personas diversas en sus multiplicidades culturales, étnicas e históricas. Desde esta perspectiva, hace referencia a los lentes mediante los cuales reflexionamos sobre las relaciones desiguales en la escuela para promover herramientas que sensibilicen a las comunidades educativas sobre la importancia de desnaturalizar las relaciones de poder y discriminación que se ejercen sobre las niñas, adolescentes y mujeres. Sin embargo, no se puede reducir esta herramienta al análisis exclusivo de la situación de las mujeres, en tanto el reconocimiento de las identidades diversas en el ámbito escolar es una necesidad apremiante, la cual hace parte de los procesos de fortalecimiento de la democracia, la participación y la convivencia escolar.

Este panorama implica trascender la mirada de la inclusión y adoptar la mirada de la transformación. Si bien es importante que las niñas y las jóvenes tengan acceso a las mismas oportunidades educativas que los niños, y tengan derecho a vivir en un entorno libre de violencias, es también relevante cambiar las condiciones que reproducen brechas de desigualdad en la escuela. No basta con realizar procesos de inclusión de las mujeres, es preciso también interpelar las conductas ligadas a la normalización de estereotipos y disciplinamientos corporales preestablecidos y transformarlos paulatinamente para que las diversas formas de ser y vivir sean posibles en el aula escolar. El enfoque de género es un enfoque de transformación política que implica la redefinición de las relaciones en la escuela a partir de principios de igualdad, pero también de lucha y crítica radical a la dominación masculina y patriarcal en el mundo educativo. No se trata de una inversión de jerarquías, sino de una urgente transformación epistemológica y práctica (Bello, A. 2021, p. 5).

Los enfoques diferenciales se proyectan como apuestas analíticas y guías para la acción (ONU, 2013), que permiten desnaturalizar y cambiar las relaciones de poder excluyentes, discriminatorias y desiguales, aportando a la comprensión de “visiones del mundo, sentidos y lógicas de vida y pensamiento colectivo y personal que comparten las personas con el fin de potenciar las acciones diferenciales, que materialicen el goce efectivo de sus derechos” (Secretaria de Integración Social, Bogotá, 2020 párr. 3).

Para la reflexión sobre la incorporación de los enfoques diferenciales en la escuela, partimos de la siguiente pregunta: ¿Por qué los Enfoques Diferenciales ameritan su incorporación en el campo educativo y cuál es su aporte a la construcción de paz? Estos se proyectan desde sus potencialidades pedagógicas y educativas, en tanto permiten: "resignificar las distintas relaciones que se dan en los procesos de enseñanza - aprendizaje, en tanto estas generalmente, no parten del reconocimiento de las diversas subjetividades y los diversos contextos de los educandos, en ocasiones se obvian las condiciones sociales, económicas, la diversidad étnica, el género, los ciclos de vida, por mencionar sólo algunos rasgos diferenciadores que son la antesala de distintos tipos de discriminaciones y exclusiones al interior del sistema educativo” ( Hernández y Sánchez, 2016, p. 15) .

En el Programa Integral se entrecruzan los enfoques diferenciales con la perspectiva de la interseccionalidad. Esto significa que para dar lugar al enfoque de transformación política en la escuela, es preciso tener en cuenta, además del reconocimiento de la diferencia y la pluralidad de concepciones de mundo que se expresan cotidianamente, que las prácticas de discriminación y exclusión tienen un carácter estructural y aluden a diversos factores diferenciales, los cuales involucran condiciones de raza, clase y género, evidenciando como “las diferentes categorías diferenciales interactúan para generar situaciones de opresión” (Bolaños y Flissy, 2017, p. 9).

El Enfoque de Derechos Integrales es una apuesta complementaria entre los derechos humanos y los derechos de la naturaleza junto con todos los seres vivos, es decir, “ubica al ser humano como parte de la naturaleza y no como el centro de un todo, por ende, el planeta se configura como la casa común que necesita del cuidado y compromiso y no como la bodega de suministros de la humanidad” (SED, 2021, p. 23).

El Enfoque de Derechos Integrales se sustenta en la perspectiva del buenvivir, que integra el horizonte político y pedagógico del programa. Es el posicionamiento ético, político y ontológico desde el cual se busca la transformación de la escuela, la orientación del proceso de enseñanza y aprendizaje de las capacidades socioemocionales y ciudadanas, y la comprensión de la realidad desde una perspectiva que implica las interrelaciones e interdependencias entre las dimensiones individual, societal y sistémica.

Este enfoque reconoce a la naturaleza como sujeto de derechos, e implica un giro radical para el sistema educativo en Bogotá, pues el buenvivir se comprende como una práctica analítica que interpela y se opone a la destrucción de la naturaleza como apuesta para la pervivencia de la humanidad, para ello, retoma los saberes de las comunidades ancestrales y los pueblos étnicos desde una perspectiva intercultural. En esta vía, se proyecta la reflexión de las comunidades educativas desde una lectura compartida e integral sobre su territorio, las problemáticas y conflictos, las características de sus comunidades y de los actores comunitarios, sociales e institucionales presentes, así como las dinámicas políticas, sociales, económicas, culturales y ambientales y su interrelación e incidencia en la convivencia escolar (Lozano, S. 2021, p.7).

¿Qué acciones prácticas desarrollamos para la construcción de paz en la escuela desde los enfoques del Programa Integral?

Además de las acciones realizadas por los equipos de acompañamiento pedagógico territorial de las Estrategias Incitar para la paz, JER y Fortalecimiento Familiar, el Programa Integral apuesta por una educación integral como camino para cerrar brechas, superar las inequidades, la discriminación y hacer emerger el poder transformador de las personas y las comunidades en sus formas de relacionamiento.

Con tal fin se gestó en 2022 la Escuela Violetas y Colores, cuyo propósito es impulsar la creación de comunidades de aprendizaje y práctica para promover la transversalización del enfoque de género y los enfoques diferenciales en la escuela, dando respuesta de esta forma al objetivo de Desarrollo Sostenible- ODS número 5: “Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”.

Los principales ejes de trabajo de la Escuela Violetas y Colores son los siguientes: 1) vida libre de violencias, 2) garantías y derechos, 3) cuidado y relaciones, 4) participación, movilización e incidencia. Durante el primer año de creación de la escuela se desarrollaron cinco encuentros que promovieron una serie de acciones reflexivas para articular los esfuerzos y saberes de las niñas y docentes que le han apostado a la construcción de paz. Desde el quehacer y la reflexión colectiva las docentes, niñas y jóvenes de más de 72 instituciones educativas distritales, han reconocido y difundido los incalculables esfuerzos e iniciativas que mujeres y niñas han liderado para la defensa de sus territorios, comunidades y los múltiples esfuerzos de resistencia y participación incidente que han gestado en sus contextos inmediatos.

La transversalización de los enfoques diferenciales se han propiciado a partir de ejercicios y materiales pedagógicos que buscan el reconocimiento de la diversidad de los niños, niñas y jóvenes como agentes políticos para la construcción de escuelas como territorios de paz. Trabajar a la luz de estos enfoques permite avanzar hacia la educación no sexista, entendida como aquella que busca la construcción de escenarios democráticos, libres de estereotipos, logrando superar los roles tradicionales y la discriminación de las niñas, mujeres y personas diversas en el mundo del trabajo, la familia y los espacios públicos. Esta apuesta educativa parte del escenario familiar y se expresa con mayor contundencia en la escuela, aportando a la transformación de actitudes, imaginarios y prácticas culturales tanto en la casa como en la sociedad (SED, Guía pedagógica reconociendo la diversidad en la escuela, 2023, p. 6). Estos aspectos aportan sustancialmente a la construcción de paz, en tanto esta no es posible si no se reconocen la diversidad y la diferencia en los modos de pensar, coexistir y vivir.

En relación a la incorporación del enfoque de derechos integrales y teniendo en cuenta que Bogotá tiene una gran zona rural en por lo menos siete (7) localidades, se han realizado importantes esfuerzos para promover la defensa de los territorios, el cuidado de la vida y la naturaleza en el ámbito de la escuela y sus contextos rurales inmediatos, reconociendo las particularidades y experiencias de las poblaciones campesinas y los procesos por la defensa de la vida y la naturaleza, a través de procesos como las huertas urbanas y la defensa de las cuencas hídricas de la ciudad por parte de decenas de comunidades educativas del distrito, potenciando su capacidad transformadora y la defensa de derechos integrales.

Referencias

Bello, Alanis (2022). Orientaciones para la incorporación del enfoque de género en la construcción de herramientas pedagógicas para el Programa Integral de Educación Socioemocional. Secretaría de Educación del Distrito, Dirección de Participación y Relaciones Interinstitucionales, Bogotá.

Lozano, Selene (2022). Orientaciones para la incorporación del enfoque de Derechos integrales-Buen vivir. Programa integral de educación socioemocional, ciudadana y escuelas como territorios de paz. Secretaría de Educación del Distrito, Dirección de Participación y Relaciones Interinstitucionales, Bogotá.

Nobile, M. (2019). “Emociones y afectos en el mundo educativo”. En Propuesta Educativa 51. Año 28 I Jun. Flacso, Argentina.

Robayo, A (2022). Una educación socioemocional para la transformación de realidades. En Revista Escuela y Pedagogía (SED). https://escuelaypedagogia.educacionbogota.edu.co/miradas/una-educacion-socioemocional-para-la-transformacion-de-realidades

Secretaría de Educación del Distrito. Dirección de Participación y Relaciones Interinstitucionales. Violetas y Colores: Escuela para Niñas y Mujeres para el Liderazgo y la Participación Incidente [Brochure]. (2021). https://www.redacademica.edu.co/sites/default/files/2022-05/Brochure%20Violetas% 20y%20Colores.pdf

Secretaría de Educación del Distrito (2021). Programa Integral e Educación Socioemocional, Ciudadana y Escuelas como Territorios de Paz. https://www.redacademica.edu.co/sites/default/files/2022-03/Programa-Integral-Educacion-SED-Bogota.pdf

Organización de Las Naciones Unidas (2013). Informe Anual 2012 – 2013 Onu Mujeres. https://www.unwomen.org/sites/default/files/Headquarters/Attachments/Sections/Lib rary/Publications/2013/6/UNWomen-AnnualReport2012-2013-es.pdf

Secretaría de Educación del Distrito. Dirección de Participación y Relaciones Interinstitucionales. Guía Pedagógica: Reconociendo la Diversidad en la Escuela (2023)