Mauricio Castillo Varela
Economista, con especialización en Políticas Sociales. Consultor. Actualmente es el Subsecretario de Calidad y Pertinencia de la Secretaría de Educación de Bogotá.

La educación en la generación de la pandemia

Pensar la educación

Después de dos años y medio, la pandemia sigue estando en primera página. Y no es para menos, pues su impacto y los daños colaterales los hemos sufrido y sobrevivido todos los humanos contemporáneos: la mayoría hemos tenido el virus, a algunos les ha dejado secuelas y complicaciones de salud y, sin temor a equívocos, el Covid-19 cobró la vida de al menos un familiar o conocido. Esto en lo que tiene que ver con las consecuencias directas que deja en sus receptores una enfermedad de las proporciones del coronavirus.

Las repercusiones secundarias no son menos catastróficas, pues desde su aparición, la crisis global no se ha hecho esperar, imponiendo abruptos cambios sociales, económicos y políticos. Fuimos testigos de una de las metamorfosis más profundas en los hábitos, las costumbres y el relacionamiento social, y a ello no fue ajena la educación.

El hecho de que millones de estudiantes en todo el mundo fueran confinados en sus casas (170 millones de niñas, niños y adolescentes solamente en América Latina y el Caribe, ALC), dejando abandonadas las aulas y viéndose obligados a recibir clases de manera virtual —en el mejor de los casos—, o a no tener más acceso al servicio educativo por no contar con los dispositivos electrónicos necesarios, o con la indispensable conexión a internet, se ha constituido en una especie de bola de nieve que en su avalancha arrastra elementos perturbadores  que tendrán graves repercusiones  en las próximas generaciones.

A manera de gran sobrevuelo de todas las causas, connotaciones y oportunidades de la pandemia en la educación surgió el estudio Dos años después / Salvando a una generación, un documento elaborado por los equipos de la Práctica Global de Educación para América Latina y el Caribe del Grupo Banco Mundial (HLCED) y de UNICEF (LACRO), con la colaboración del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) de UNESCO.

Como su nombre lo indica, este informe pretende documentar sistemáticamente el impacto que, dos años después, ha tenido el Covid-19 en el sector educativo en América Latina y el Caribe. Es la primera evaluación basada en evidencia.

Antes de la pandemia, América Latina y el Caribe era una de las regiones más desiguales del mundo. Las disparidades eran notables no solo en términos de ingresos sino, aún más importante, en términos de oportunidades. La educación venía siendo el gran igualador, ayudando constantemente a construir una sociedad más justa. Pero este igualador simplemente desapareció tras el cierre repentino de las escuelas en toda la región y la suspensión prolongada del aprendizaje en forma presencial.[1]

Según este estudio, los efectos de la pandemia sobre el sector educativo de la región han sido muy serios, veamos los principales aspectos que se abordan en este documento:

— Las pérdidas de aprendizaje proyectadas y reales son muy altas, y más graves para los primeros grados, los estudiantes de menor edad y la población en condición socioeconómica más baja. Los niveles de rendimiento en lectoescritura y en matemáticas de los estudiantes del nivel primario cayeron a niveles similares a los de hace más de diez años, en un contexto en el que las mejoras ya eran de por sí muy lentas. Se estima que alrededor de 4 de cada 5 estudiantes de sexto grado no serían capaces de entender e interpretar adecuadamente un texto de longitud moderada.

— Las pérdidas de aprendizaje se tradujeron en una disminución de cerca del 12% en los ingresos a lo largo de la vida de un estudiante actual.

— La salud psicosocial y el bienestar de los estudiantes también se vieron muy afectados[2].

El documento también analiza las maneras y los esfuerzos que los gobiernos hicieron para asegurar la continuidad de la educación en forma remota mientras las escuelas permanecían cerradas. La mayoría de los países desarrollaron plataformas en línea para asegurar la prestación del servicio educativo. Este fue el método predominante. El segundo método más usado fue la televisión, ofrecido por alrededor del 85% de los sistemas. Otros canales de aprendizaje usados —como programas de radio, redes sociales, mensajes de texto vía teléfonos celulares o materiales impresos– fueron un poco menos prevalentes, pero también muy difundidos. Más aún, muchos Gobiernos ampliaron el apoyo a los docentes e incentivaron el involucramiento de madres, padres y personas a cargo, dado que su participación y apoyo durante el período de cierre era esencial para el aprendizaje[3].

Si bien los efectos definitivos sobre la matrícula y la deserción pueden aún no estar claros, se calcula que la pandemia ha tenido un gran impacto en los resultados de aprendizaje y el desarrollo de competencias, con la consecuente erosión de las ya débiles bases de los sistemas educativos de ALC. Antes de la irrupción del COVID-19, la región ya se caracterizaba por una profunda crisis de aprendizaje. De acuerdo con los resultados de la “mejor medida prepandemia" en la región –resultados del ERCE 2019–, el estudiante promedio en ALC tenía una profunda falta de competencias fundamentales, es decir, en términos de lectoescritura y competencias aritméticas.

Para la educación primaria media (tercer grado), aproximadamente la mitad de los estudiantes en la región estaba por debajo del Nivel Mínimo de Competencia (MPL) requerido tanto en matemáticas como en lenguaje. Para el final de la educación primaria, la situación empeora marcadamente: para sexto grado, el 69% estaba por debajo del MPL en lectura y un escandaloso 83% estaba por debajo del MPL en matemáticas. Se estima que la llegada de la pandemia haya llevado a una crisis dentro de una crisis. Se avizora un fuerte impacto negativo sobre los niveles de aprendizaje debido al alcance limitado, la poca participación y la baja calidad de la educación a distancia[4].

A pesar de los grandes esfuerzos e inversiones realizadas en la mayoría de los países de la región para apoyar la continuidad del aprendizaje, la respuesta de la educación a distancia se encontró con varias limitaciones. Entre las principales dificultades para el paquete de respuesta de educación a distancia y que, en términos más generales, condicionaron su alcance, participación y calidad, existen cinco de mayor importancia: (i) el nivel de conectividad en la región (cantidad y calidad); (ii) el acceso a los dispositivos; (iii) la implementación de la estrategia de respuesta; (iv) la preparación de los docentes; y (v) las limitaciones institucionales. Cada uno de estos factores se explica con más detalle a continuación, seguido de los primeros datos sobre el impacto de la educación a distancia en la región[5].

La pandemia también afectó a la salud psicosocial y al bienestar de docentes y estudiantes, a la vez que mostró la importancia de las competencias digitales. La evidencia recientemente recolectada denota el deterioro que la pandemia ha tenido sobre el bienestar de niñas, niños y adolescentes en todos los niveles educativos, al obstaculizar su preparación para aprender y señala una crisis de la salud mental dentro de la crisis. Al mismo tiempo, la pandemia reveló grandes brechas en las competencias digitales, a la vez que brindó algunas oportunidades para la mejora de esas competencias. Más que nunca, los sistemas educativos y las escuelas se vieron forzados a adoptar herramientas que implicaban cierto grado de habilidad digital. Esto causó gran tensión a docentes, estudiantes y madres y padres, al tiempo que aumentó la exposición a estas competencias, brindando oportunidades para fortalecer herramientas y estrategias que desarrollan estas habilidades[6].

El regreso a la escolaridad y la recuperación de las pérdidas de aprendizaje requieren de la implementación de cuatro compromisos claros, alineados a este plan (Figura RE.8) y a las prioridades a futuro planteadas por el GBM, IAD, UNESCO y UNICEF. Estos compromisos incluyen: (i) un compromiso con la escolaridad para garantizar que ningún alumno se quede atrás y/o abandone los estudios; (ii) un compromiso con el aprendizaje y el bienestar para dar prioridad a las habilidades básicas y fomentar niveles adecuados de formación de capital humano a lo largo del proceso; (iii) un compromiso con los docentes para garantizar que los profesores sean valorados y apoyados en todo momento; y (iv) un compromiso con la promoción y la financiación, en la medida en que la agenda de recuperación de la educación es una responsabilidad de todos y necesita recursos suficientes, y sabiamente utilizados, para su implementación. El informe ofrece una hoja de ruta para determinar cuáles son las medidas, los programas, las intervenciones y las estrategias sólidas para lograr los tres primeros compromisos, al tiempo que señala los riesgos y las oportunidades para lograr alcanzar el cuarto compromiso[7].

Cuatro compromisos para la recuperación educativa

Afrontar la enorme pérdida de aprendizaje requiere actuar en tres ejes críticos interrelacionados. Los sistemas educativos suelen fomentar el aprendizaje sobre la base de tres pilares o dimensiones: un plan de estudios que establece lo que se debe aprender; una pedagogía que orienta la forma de enseñar a favor de esos objetivos curriculares; evaluaciones que proporcionan evidencia de lo aprendido. Estos tres pilares se vieron enormemente afectados durante el cierre de las escuelas, lo que llevó a grandes pérdidas en el aprendizaje. Es imperativo que todos los países de la región estructuren su proceso de recuperación del aprendizaje en torno a estos tres pilares tomando como base, cuando sea posible, medidas y programas que existían antes de la pandemia o que fueron introducidos recientemente, y que al mismo tiempo aborden las limitaciones institucionales preexistentes y los fallos en la prestación de servicios[8].

Al mismo tiempo, es importante abordar la salud y el bienestar psicosocial. La crisis generó también importantes perturbaciones en la salud psicosocial y el bienestar con implicancias en la disposición para aprender y el desarrollo de competencias. Los países deberían implementar evaluaciones diagnósticas para proporcionar datos oportunos sobre los efectos de la pandemia sobre estos aspectos y diseñar estrategias integrales para su abordaje, que deben ser evaluadas. Estas estrategias tienen que incluir mejor capacitación y apoyo para el personal docente, que suelen ser quienes están en la primera línea de respuesta.

Por último, mientras que los países avanzan por las etapas de recuperación y aceleración, abordar las brechas digitales debe ser una prioridad. Deberían continuar las iniciativas para dar conectividad a las familias y las escuelas, con el foco puesto tanto en el acceso como en la calidad de la conexión a Internet. Esto necesita que se combine con equipos y dispositivos adecuados y con la mejora de las competencias digitales de estudiantes y docentes. Los marcos de competencias digitales y las evaluaciones periódicas de las aptitudes digitales deben generalizarse.

¿Qué hemos hecho en Bogotá?

Después de presentar un resumen sobre el exhaustivo estudio realizado por el Banco Mundial, UNICEF y UNESCO y de revisar cada uno de los puntos evidenciados que más han afectado el proceso educativo en la región, es inevitable contraponerlos con la labor que desde el sector educativo de la capital del país se ha realizado en los últimos casi tres años, con resultados altamente positivos.

Para asumir los retos que impuso la pandemia, la Secretaría de Educación del Distrito (SED) construyó orientaciones y puso en marcha diversas estrategias para adaptar y adelantar los procesos de flexibilización curricular, propios de la gestión escolar.

Estrategia “Aprende en Casa”

En el marco de la estrategia “Aprende en Casa”, se desarrollaron acciones que permitieron seguir fortaleciendo y promoviendo procesos de aprendizaje remoto, mediados o no por tecnologías. Estos fueron estructurados con base en los proyectos educativos de cada institución y en las condiciones de posibilidad de cada colegio. Se promovieron estrategias pedagógicas que incentivaron el uso de la televisión, la radio y el teléfono, además de la entrega de materiales físicos y el diseño de ambientes de aprendizaje virtuales con herramientas disponibles desde la SED, como: aulas virtuales Moodle, Microsoft Office 365, contenidos digitales disponibles en el Portal Educativo Red Académica. Con ello se buscó garantizar la permanencia, calidad y equidad en la prestación del servicio educativo.

Es importante precisar que la estrategia "Aprende en Casa", fue guiada y monitoreada permanentemente por los docentes y directivos docentes de las instituciones educativas oficiales de la ciudad, con el apoyo de las familias de los y las estudiantes. Así mismo, los docentes y directivos docentes continuaron apoyando a los y las estudiantes para cumplir con sus actividades pedagógicas, poniendo en práctica las metodologías y usando las herramientas didácticas definidas por las respectivas instituciones o por parte del nivel central o local de la SED. Estas metodologías estuvieron articuladas con los currículos y sus Proyectos Educativos Institucionales, teniendo en cuenta los grados, niveles y ciclos educativos, además de los múltiples contextos de la población atendida.

El propósito fundamental de la implementación de estas herramientas fue aportar, de manera pertinente y eficaz, al proceso de aprendizaje de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en la generación de acciones pedagógicas y flexibles en el contexto de la educación remota. Para llegar a los hogares que no contaban con los recursos y medios tecnológicos se trabajó de manera articulada con los docentes del Distrito y formadores de entidades aliadas, públicas y privadas, para producir material impreso como guías y talleres educativos.

A continuación, se detallan las acciones adelantadas en el marco de la estrategia “Aprende en Casa”, presentando un balance general de aquellas buenas prácticas de la enseñanza remota, virtual y demás mecanismos implementados con la estrategia.

Micrositio en Red Académica

En este portal se dispuso de  contenidos para los diferentes actores: maestros, familias y estudiantes. Así mismo, desde las redes sociales se siguen activando eventos que conectan o articulan los diferentes recursos, contenidos y herramientas para fortalecer la formación de niños, niñas, adolescentes y jóvenes de la ciudad.  También se articulan acciones de otras estrategias como Aprende en Casa con Maloka, que además cuenta con atención telefónica, y Aprende en Casa con Saber Digital. 

¡Eureka! Aprende en Casa

Esta estrategia constituyó una franja de televisión educativa en alianza con Canal Capital, que para 2021 estrenó su segunda temporada con una franja enriquecida denominada ¡Eureka! Aprende en Casa, cuenta con 3 horas de programación diaria dirigida a niños, niñas y adolescentes, pero también a maestros y maestras que tienen a su disposición 720 guías pedagógicas asociadas a cada una de las 720 cápsulas de video, que pueden usar en sus actividades para fortalecer el aprendizaje en casa.

Este material quedó alojado para consulta en https://conexioncapital.co/eureka-guias-pedagogicas/. Sin embargo, durante 2021 la población sin acceso a internet tuvo la información disponible en señal abierta de televisión, así como en el canal Eureka en la TDT.

Aprende en Casa Radio

Durante 2021 más de 53.000 personas acompañaron la emisión de 180 programas radiales cada lunes, miércoles y viernes de 11:30 a. m. a 12:00 m., por el dial 1040 AM de la emisora Colmundo Radio. Estos se realizaron con el fin de que las familias y docentes contaran con herramientas para acompañar, orientar y fortalecer los aprendizajes de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes.

Los programas se pueden encontrar en https://www.redacademica.edu.co/estrategias/aprende-en-casa-radio.

Es importante reiterar que este es otro recurso para la población sin conexión a internet y en zonas rurales o urbanos que dispongan de radio AM.

Aprende en Casa toca tu puerta

Desde los proyectos de Jornada Única, Jornada Completa y Primera Infancia, y en conjunto con las entidades aliadas, se diseñó y envió material pedagógico virtual, que comprende: piezas comunicativas, talleres, guías, cartillas, audios, blogs, brochures, poster, podcast, presentaciones Power Point y videos, con los cuales se beneficiaron a 62.450  estudiantes de preescolar, contribuyendo a su atención integral, y otros 110.513  estudiantes en el desarrollo de los Centros de Interés de Jornada Única y Jornada Completa.  Para la vigencia 2021 se beneficiaron 50.749, aclarando que para este último año y durante el segundo semestre se inició la estrategia de Reapertura Gradual Progresiva y Segura (RGPS), que posibilitó la articulación de las propuestas pedagógicas remotas con aquellas experimentadas in situ. 

Aprende en Casa con Maloka

En el marco de la estrategia “Aprende en Casa”, para el año 2020 la Secretaría de Educación Distrital en alianza con la Corporación Maloka, diseñó e implementó el programa “Aprende en Casa con Maloka” que tuvo como objetivo fortalecer el desarrollo del pensamiento científico en niños y niñas de educación preescolar y básica primaria, a través del desarrollo y entrega de materiales físicos (guías) y contenidos educativos digitales. En 2021 se continuó con la implementación de este programa, beneficiando al mismo grupo de estudiantes e instituciones educativas con una segunda fase pedagógica, así como el acompañamiento a maestros y maestras para el uso y apropiación de estos materiales.

Aprende en Casa con Saber Digital (ACSD)

Este programa buscó en 2020 desarrollar capacidades y competencias que permitieran la transformación permanente de los ambientes de aprendizaje, mediante el acompañamiento a las instituciones educativas distritales (IED) en la puesta en marcha de iniciativas innovadoras que integraran el uso de las tecnologías digitales.

En 2021, continuando con la estrategia “Aprende en Casa con Saber Digital”, se desarrolló el “Plan Saber Digital 4.0”, el cual buscó el fortalecimiento de los ambientes de aprendizaje STEM para el desarrollo de competencias científicas y digitales de la comunidad educativa el cual permite la creación del proyecto institucional de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI). 

Ruta 100K “Conéctate y Aprende”

Para la SED ha sido fundamental el cierre de brechas digitales, de cobertura, calidad y competencias a lo largo del ciclo de la formación, desde la primera infancia hasta la educación superior. En aras de cumplir con este objetivo se propuso iniciar la transformación pedagógica de la ciudad, como una condición para garantizar que los estudiantes del Sistema Educativo Distrital puedan aprender siempre, en todo espacio y tiempo, formándose de manera integral para participar y construir la Bogotá del siglo XXI. 

 De acuerdo con la Encuesta de Calidad de Vida de 2018, en Bogotá hay alrededor de 124 mil estudiantes de educación secundaria y media de colegios públicos, sin computador o tableta en sus hogares (aproximadamente el 35%). Para lograr la atención de todos ellos, además del préstamo de dispositivos, la SED buscó ampliar las alternativas de acceso a dichos dispositivos, especialmente los estudiantes rurales y aquellos que por su condición de pobreza o vulnerabilidad requieren con mayor urgencia dichos medios. 

 La Alcaldía Mayor del Distrito por intermedio de la SED se comprometió a “Beneficiar a 100.000 estudiantes vulnerables con la entrega de dispositivos de acceso y conectividad, para contribuir al cierre de brechas digitales”, meta concebida en el marco del Plan Distrital de Desarrollo 2020 – 2024. Al final de este proceso, la SED ha entregado 105.269 equipos entre computadores portátiles y tabletas. Dichos dispositivos y el servicio de conectividad están orientados a los estudiantes matriculados en los niveles de educación secundaria y media de las instituciones educativas oficiales de la ciudad (según reporte del Sistema Integrado de Matrícula – SIMAT). 

 Además de la entrega del dispositivo y la conectividad, el cierre de brechas digitales contempla un proceso de uso y apropiación pedagógico, triada denominada RUTA 100K – Conéctate y aprende, dirigida a población estudiantil, que busca promover el acceso y la apropiación de tecnología, desde un enfoque de capacidades y construcción de ciudadanía. Esto quiere decir, que los estudiantes desarrollen sus habilidades digitales, como navegar de forma segura y responsable en internet, saber buscar información y evaluar su veracidad, o crear contenidos. Estas habilidades son fundamentales para convertirse en ciudadano digital, que utiliza la tecnología para participar, proponer y pensar críticamente.

En el Portal Educativo Red Académica hay un espacio virtual para estar enterados de todas las novedades de esta Ruta 100K, se están desarrollando los talleres en vivo y existe un banco de recursos multiformato (video, audio, infografías) para orientar y aprovechar el uso de los dispositivos. https://www.redacademica.edu.co/ruta100k

La prestación de los servicios de conectividad continúa siendo garantizada por la SED a todos y cada uno de los estudiantes beneficiados de la estrategia en 2021. Así mismo, se encuentra en trámite la adquisición de 20 mil tabletas adicionales con su respectiva conectividad, las cuales serían entregadas durante el segundo semestre de 2022, dependiendo de la disponibilidad de dispositivos en el mercado.

Retos de la educación

Los principales retos que aún se afrontan en la educación de Bogotá se identificaron a través de información recolectada en diferentes espacios de interlocución con los actores de la comunidad educativa:

Aprendizajes: consolidar la transformación pedagógica privilegiando los aprendizajes fundamentales.

— Estrategias: fortalecimiento didáctico para motivar a los docentes, estudiantes y a sus familias en el proceso formativo a través de la virtualidad, de manera que se garanticen las intenciones del proceso de enseñanza. De igual forma, gestionar la información que circula entre docentes y sus estudiantes, de modo que se logre avanzar en el proceso, adecuando las diferentes temáticas al trabajo virtual.

— Permanencia: mantener o reducir los niveles de deserción en medio de la contingencia y garantizar la participación del 100% de los estudiantes en las actividades propuestas, lo cual implica, entre otros, el acceso a tecnologías e internet por parte de los estudiantes.

— Proceso: generar espacios para el desarrollo de competencias socioemocionales y el fortalecimiento de la evaluación del desempeño académico, que debe tener en cuenta nuevas variables e indicadores.

— Integralidad: fortalecer espacios donde se fundamente el arte, la cultura y el deporte como estrategia para el desarrollo de competencias y habilidades que contribuyen a la formación integral.

[1] Dos años después/Salvando una generación, Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento / Grupo Banco Mundial. P.13.

[2] Ibídem P.17.

[3] Ibídem P.18.

[4] Ibídem P.20.

[5] Ibídem P.42.

[6] Ibídem P.21.

[7] Ibídem P.22.

[8] Ibídem P.142.