Gizel Maya Aguilar
Trabajadora Social. Magíster en Derechos Humanos y Democracia. Especialista en Educación socioemocional y atención psicosocial. Asesora de la Dirección de Participación y Relaciones Interinstitucionales
Támara Paola Ávila Hernández
Directora de Participación y Relaciones Interinstitucionales.

La Red de Escuelas como territorios de paz: un movimiento educativo y pedagógico

Miradas a la educación

En una Bogotá que congrega tantas diversidades y se transforma continuamente, la interacción de las prácticas sociales y culturales en la escuela, evidencian lo que ocurre en el contexto del barrio, en el territorio; reflejando las potencialidades y oportunidades de una sociedad en movimiento, pero también los conflictos qué allí ocurren con sus múltiples dimensiones. Los colegios de la ciudad, son un epicentro de historias de vida, de la realidad de un país que aún clama la paz, relatos que tejen relaciones, sueños, aprendizajes, ideas, y también temores, que requieren de un acompañamiento desde lo pedagógico que promueva en las comunidades educativas las capacidades socioemocionales y ciudadanas necesarias para aportar en la construcción de la paz.

Esta apuesta se ha convertido en una prioridad para la ciudad, y los entornos educativos son un núcleo central para ello, cada vez más avanzamos en garantizar que niñas, niños y adolescentes, educadores y familias, construyan espacios de aprendizaje seguros y puedan reflexionar, proponer, y ejercer su autonomía con formas no violentas al resolver sus conflictos.

La construcción de paz requiere acción y construcción colectiva configurándose en alternativas de encuentro, dialogo, y el reconocimiento del otro y de los otros como sujetos válidos. Desde esta perspectiva, el trabajo articulado en red con un propósito común el de la construcción de la paz, es central en la promoción del reconocimiento, la colaboración y la cohesión en las comunidades aquejadas por conflictos y problemáticas sociales.

El proceso de transformación de las escuelas en territorios de paz ha implicado una comprensión profunda de las dinámicas locales, la participación activa de la comunidad y la creación de espacios seguros para el diálogo constructivo, en este sentido desde la Secretaria de Educación se ha promovido en todos los colegios públicos un conjunto de iniciativas y experiencias de paz que facilitan la comunicación efectiva entre los diversos actores de las comunidades educativas, que generan posibilidades de cooperación y fomentan la confianza y solidaridad mutua para generar acciones que abordan problemas específicos, lo que ha permitido que las comunidades desarrollen diferentes soluciones a partir de sus propias realidades

La Red de Escuelas como Territorios de Paz - RedEsPaz es un movimiento educativo y pedagógico en el que confluyen experiencias, procesos e iniciativas que adelantan las comunidades educativas para la promoción de la educación integral para la paz y la vida, así como para imaginar y construir formas no violentas de gestionar los conflictos y crear espacios de encuentro para que los sueños, las ideas y esperanzas de transformación se potencien.

Esta red está constituida por un tejido de seres humanos que representan la diversidad de las familias, de las comunidades educativas, vecinos, adultos mayores, organizaciones locales y ciudadanía interesada en los procesos educativos de su comunidad y localidad, generando nodos articulados entre sí, que vinculan comunidades y potencian su capacidad colectiva para transformar y encontrar soluciones creativas e incluyentes que le pongan fin a la violencia como forma de relación social y como mecanismo para abordar los conflictos. Así entonces, la red se moviliza bajo los siguientes principios:

1. La educación como potenciadora de capacidades para el ejercicio de la ciudadanía y la construcción de paz.

2. El respeto a los derechos humanos como un valor fundamental de la sociedad.

3. La no discriminación, el respeto de la diferencia y a la diversidad.

4. La participación activa de la ciudadanía, en particular la visibilización de la voz de los niños, niñas y jóvenes en la construcción de una sociedad empática y solidaria.

5. La prevención y la resolución pacífica de los conflictos, mediante el diálogo constructivo, la mediación, la restauración y otros métodos alternativos a la violencia.

6. La cooperación y la solidaridad entre los distintos actores sociales, para construir soluciones conjuntas y sostenibles que fomenten la cultura de paz.

En este sentido, en la red de escuelas cómo territorios de paz confluyen iniciativas, procesos y experiencias que impulsan, promueven y fortalecen a los diferentes actores de las comunidades educativas como sujetos políticos, qué posicionan la paz como un derecho y como un proceso pedagógico, político y cultural fundado en los principios de verdad, memorias y garantías de no repetición, integrando acciones encaminadas al cuidado, la protección y valoración del entorno físico-espacial, así como el afianzamiento de las relaciones que se tejen entre las comunidades educativas, vecinales y comunitarias que comparten un objetivo en su territorio.

La red teje hilos de paz en las comunidades con prácticas que conectan y responden a los cambios, a los consensos y acuerdos que establecen para abordar o manejar los conflictos en sus territorios y relacionarse de modo pacifico para ponerle fin a la violencia; promueven el intercambio de experiencias entre distintos actores suscitando la colaboración y el desarrollo de capacidades ciudadanas y emocionales que fomentan el entendimiento mutuo y la solución reflexiva y constructiva de conflictos, el establecimiento de relaciones de confianza, que posibilita que se compartan recursos, conocimientos y saberes que fortalecen la capacidad de la comunidad educativa para afrontar los desafíos de modo resiliente, e integrar las visiones sobre la paz deseada para sus territorios.

Desde este enfoque, la paz es un proceso de construcción colectiva y de transformación de las relaciones sociales, donde se valora la diversidad, se fomenta el entendimiento mutuo y el afrontamiento reflexivo y colectivo de los conflictos, la importancia del respeto y la empatía, deconstruyendo los estereotipos relacionados con el género, la etnia y la clase social, entre otras variables que normalizan y perpetúan la violencia.

En esta red las niñas, niños y adolescentes son agentes de cambio en sus comunidades, a través de las iniciativas de construcción de paz brindan la posibilidad de generar espacios para escucharse, intercambiar experiencias y apostar por una visión conjunta de nuevos significados, valores y horizontes de futuro compartido.

El arte, la lúdica y las múltiples expresiones de creatividad favorecen la apuesta central para el aprendizaje experiencial y la construcción de la cultura de paz, al favorecer la expresión y elaboración de la realidad, así como para afirmar valores y visiones sobre el mundo, operan como fuentes de cohesión social que consolidan las estructuras de vida comunitarias desde la solidaridad y la cooperación aportando a la reconstrucción del tejido social, a la resignificación de la vida y a suscitar sentidos de pertenencia que resultan fundamentales en la reconciliación y la reconfiguración de los territorios como escenarios de paz.

Las escuelas se han ido transformando así en ambientes escolares seguros y pacíficos donde se promueven valores de convivencia, respeto y comprensión, se han convertido en entornos garantes de desarrollo integral donde niñas, niños y adolescentes, docentes, cuidadores y familias se sienten valorados y respetados, y se generan acuerdos de cuidado que se extienden más allá de las aulas, pasando por las familias cuyo reflejo se irradia en la comunidad en general.

La red de escuelas es un tejido de esperanza en la trasformación territorial cuyo aporte es promover el trabajo en red entre niños como oportunidad para suscitar la colaboración y la construcción de relaciones positivas entre los niños, niñas y adolescentes. Las actividades locales que se han promovido han motivado espacios de diálogo intercultural donde diferentes comunidades, generaciones y culturas han compartido sus valores y prácticas relacionadas con la paz, generan debates constructivos y pueden aprender de diferentes perspectivas. Esto ha favorecido el respeto mutuo, la comprensión intercultural y la construcción de puentes entre distintos grupos de la ciudad.

Con la red se consolida en las escuelas un espacio de colaboración, intercambio de experiencias y desarrollo de proyectos conjuntos que promueven la cultura de la paz y la participación ciudadana en las comunidades escolares del distrito, logrando el aprendizaje y crecimiento para los estudiantes y la comunidad; aportando en el fortalecimiento de sujetos políticos colectivos con capacidad para dialogar y construir consensos, actuando conjuntamente con otros actores sociales e instituciones locales para incidir activamente con sus propuestas e iniciativas en la construcción territorial de la paz en las veinte localidades de Bogotá.

Esta experiencia de trabajo en red busca inspirarnos cada día a fortalecer el trabajo realizado y valorar la importancia de la educación en la construcción de sociedades pacíficas. Esto cobra mucho valor en la actual coyuntura de consolidación de paz total y duradera en la que resulta fundamental fortalecer la red de escuelas como territorios de paz como movimiento educativo distrital y nacional para potenciar las capacidades de la ciudadanía en la construcción de una sociedad más justa, solidaria y empática, esto implica involucrar activamente a padres, maestros, estudiantes y otros miembros de la comunidad en este proceso así como promover la creación de más "territorios de paz" a nivel educativo, familiar, comunitario, barrial, local, distrital y nacional, creando un conjunto de nodos interconectados con impacto duradero que trasciendan la administración actual y se constituyan como política distrital de largo alcance.

Este camino hacia la consolidación de los territorios de paz requiere acopiar las diferentes experiencias de construcción de paz tanto de las comunidades educativas, como de las organizaciones locales territoriales, para abordar la diversidad y las particularidades socioculturales de cada territorio. Es importante avanzar en la construcción de acuerdos o acciones conjuntas que configuren una visión colectiva de la paz en cada territorio, para lo cual se necesita generar espacios pedagógicos de innovación y dialogo que den voz a las niñas, niños y adolescentes y vinculen a los actores claves en los territorios, que articulen a la institucionalidad, a la par de generar alianzas con otros actores, nacionales e internacionales que aporten a esta construcción.

Desde la SED seguimos invitando a las comunidades educativas, a las entidades del distrito, organizaciones sociales locales y organizaciones no gubernamentales, a las universidades, y a todo actor que comparta este propósito a sumarse a este esfuerzo que promueve la construcción de paz y el trabajo colaborativo desde lo educativo. Esta apuesta de promover una cultura de paz desde lo pedagógico es un camino de esperanza para la garantía del derecho a vivir en paz en Bogotá y en el país.